"HISTORIA DE LAS COLACIONES NAVIDEÑAS"
- Corresponsal de "Al Dia"
- 21 dic 2024
- 2 Min. de lectura
En las posadas navideñas, hay un invitado que desde la etapa virreinal nunca falta a esta celebración: la colación, una golosina que se incluye en los aguinaldos que se reparten a los niños durante estas festividades o se agregan a las piñatas. Actualmente, se fabrican más de 700 toneladas de este dulce.
Si bien se tienen muy pocos registros de las características y distribución de la colación en la Colonia, alguno escritos afirman que su origen corresponde a esa etapa de nuestra historia. Tal es el caso de un texto de Guillermo Prieto, quien cabe recordar, vivió en Cadereyta de Montes, donde el poeta explicó las tradiciones que el México Independiente heredó de la época colonial, como las nueve posadas.
“En el comedor y despensa se representaba otra escena: era la postura de la mesa para las personas, las mesitas para los chicos y la solemne distribución de la colación en platitos pequeños, pero con sus dulces cubiertos, sus cacahuates y tejocotes, su plátano pasado y su diluvio de anises y confines y canelones”, describió Prieto en El Monitor Republicano, en 1868.
Con el tiempo fue evolucionando y la versión de la colación que conocemos ahora se remonta a inicios del siglo XX, gracias a la inventiva de Consuelo Anaya Pérez y de su esposo, Fernando Pérez García. En su fábrica —al inicio llamada Hispano - Mexicana y ahora La Giralda—, ellos idearon en 1939 a este dulce como lo conocemos ahora.
De acuerdo con Larousse Cocina, la colación está hecha de azúcar glass y fécula de maíz, que puede estar rellena de trocitos de cáscara de cítricos, canela o cacahuate; “su exterior es duro y suelen ser de colores brillantes como azul, amarillo, verde o rosa”.
Acerca de su venta, suelen encontrarse en distintos mercados desde los primeros días de diciembre; ya sea en tiendas de materias primas y dulcerías.
Ahora bien, en las posadas navideñas del México antiguo, los aguinaldos eran bolsas de papel que contenían dulces y frutas de temporada, es decir, naranjas, mandarinas, tejocotes, cañas, cacahuates, que se le daban a los niños. Los dulces clásicos eran las colaciones además de galletas con formas de animalitos.
Los aguinaldos eran un símbolo de generosidad y unión familiar. La tradición de los aguinaldos se originó en la antigua Roma, cuando los habitantes le entregaban ramas de un árbol frutal a la diosa de la salud y la suerte, Strenia, como deseo de buena fortuna para el año nuevo.
Las posadas navideñas se originaron a partir de las misas de aguinaldo, que se celebraban al aire libre y en las que se leían pasajes y se representaban pastorelas. Después de la Independencia de México, la costumbre de las misas de aguinaldo desapareció casi por completo, pero los fieles seguidores la rescataron y la llevaron a cabo en sus casas.
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